Apego Emocional vs Dependencia Emocional: Diferencias clave y cómo manejarlo

Por Ana Linarejos

dependenciaemocional

¿QUE ES EL APEGO?

El apego, un concepto introducido por John Bowlby que se refiere al vínculo emocional que establecemos con las personas importantes en nuestras vidas, comenzando con quienes nos criaron en la infancia.

Este vínculo es inherente a nuestra naturaleza y no podemos elegir sentirlo o evitarlo. Su función principal es asegurar nuestra supervivencia durante la infancia y proporcionarnos seguridad en nuestras relaciones a lo largo de la adolescencia y la adultez.

El tipo de apego que desarrollamos depende del vínculo con nuestras figuras de cuidado durante los primeros años de vida.

 

DESARROLLO DEL APEGO EN LA INFANCIA

El apego es positivo y necesario. Desde el nacimiento, los bebés están biológicamente predispuestos a formar vínculos emocionales con sus cuidadores principales, generalmente los padres, aunque también pueden ser abuelos, tíos u otras figuras importantes.

Este apego no solo cubre nuestras necesidades físicas, sino que también satisface nuestras necesidades de seguridad y protección.

  1. El inicio del apego

El apego comienza a formarse ya en el útero con la madre. Posteriormente tras el nacimiento, los bebés utilizan sonrisas y llantos para atraer la atención de sus cuidadores, estableciendo rápidamente quiénes son sus figuras de apego. A medida que crecemos, este vínculo se desarrolla aún más a través de interacciones constantes y la satisfacción de nuestras necesidades básicas y emocionales.

  1. Apego en la adultez

El apego no desaparece con la edad; simplemente cambia de forma. En la adultez, establecemos vínculos de apego con personas significativas como parejas, amigos cercanos y otros miembros de la familia.

La calidad de estos vínculos puede influir en nuestra capacidad para formar relaciones saludables y gestionar nuestras emociones.

  1. Importancia del estilo de apego en la infancia

El estilo de apego que desarrollamos en la infancia tiene un impacto duradero en nuestra vida adulta. La teoría del apego de Bowlby nos enseña que el cuidado recibido durante los primeros años determina cómo formamos relaciones y afrontamos desafíos emocionales más adelante.

 

TIPOS DE APEGO

  1. Apego seguro

El apego seguro se forma cuando las figuras de cuidado han satisfecho consistentemente nuestras necesidades fisiológicas y emocionales. Como resultado, aprendemos que tenemos una base segura a la que podemos recurrir cuando lo necesitamos, lo que nos permite explorar el mundo y desarrollar una autoestima saludable.

  1. Apego ambivalente o ansioso

El apego ambivalente se desarrolla cuando las figuras de cuidado son inconsistentes en su disponibilidad emocional. Esta incertidumbre genera miedo a la separación y ansiedad, afectando nuestra capacidad para explorar y confiar en los demás.

  1. Apego evitativo

El apego evitativo se produce cuando las figuras de cuidado son emocionalmente distantes. Este estilo de apego se caracteriza por una independencia excesiva y dificultades para formar relaciones íntimas y mostrar vulnerabilidad.

  1. Apego desorganizado

El apego desorganizado es un patrón inusual en el cual los niños muestran comportamientos contradictorios y confusos hacia sus cuidadores. A menudo, esto está relacionado con experiencias

traumáticas o abuso, lo que lleva a una ambivalencia y confusión en las relaciones.

 

COMO AFECTA EL TIPO DE APEGO EN LA EDAD ADULTA

El tipo de apego desarrollado en la infancia influye significativamente en nuestras relaciones adultas

  1. Apego seguro en la adultez

Las personas con apego seguro pueden formar relaciones saludables y equilibradas. Tienen la capacidad de intimar y confiar en los demás, además de contar con recursos internos para gestionar sus emociones de manera autónoma.

            Ejemplo: Marta, desde pequeña, siempre sintió el apoyo constante de sus padres. Cuando tenía miedo, ellos estaban ahí para consolarla. Ahora, como adulta, Marta puede establecer relaciones saludables y equilibradas, confiando en sus amigos y pareja sin miedo al abandono.

  1. Apego ambivalente o ansioso en la adultez

Las personas con apego ambivalente pueden experimentar miedo al  abandono y dependencia emocional. Esto puede resultar en relaciones codependientes y la necesidad constante de validación   externa.

            Ejemplo: Carlos, durante su infancia, a veces recibía atención de sus padres y otras veces no. Esta inconsistencia hizo que Carlos se sintiera inseguro y ansioso en sus relaciones adultas, siempre temiendo ser abandonado y necesitando constante reafirmación de su pareja.

  1. Apego evitativo en la adultez

El apego evitativo en adultos se manifiesta en el miedo al compromiso y la intimidad. Estas personas valoran la independencia excesiva y pueden tener dificultades para pedir ayuda o expresar sus emociones.

            Ejemplo: Ana creció en un hogar donde las emociones no se discutían. Sus padres eran fríos y distantes. Como adulta, Ana tiene dificultades para abrirse emocionalmente y prefiere mantener relaciones superficiales, evitando el compromiso y la intimidad.

  1. Apego desorganizado en la adultez

Los adultos con apego desorganizado presentan comportamientos contradictorios en sus relaciones, alternando entre la necesidad de proximidad y el rechazo a la intimidad. Tienen dificultades para confiar en los demás y suelen experimentar respuestas emocionales intensas y desproporcionadas frente al estrés, lo que genera una sensación de caos y falta de control en sus relaciones personales.

            Ejemplo: Pedro sufrió abuso en su infancia por parte de su cuidador principal. Esto lo dejó con una profunda confusión sobre el amor y el cuidado. En la adultez, Pedro lucha con relaciones caóticas y contradictorias, alternando entre acercarse y alejarse de sus parejas debido a su desconfianza y miedo.

 

EL IMPACTO DEL APEGO EN EL BIENESTAR EMOCIONAL

La forma en que gestionamos nuestras relaciones y emociones está profundamente influenciada por nuestro estilo de apego.

Un apego ansioso puede llevar a dependencia emocional, causando sufrimiento y malestar.

Señales de dependencia emocional

  • Sentimiento de “no me lo merezco”. Creer que no merecemos amor sin sufrimiento puede llevar a una baja autoestima y relaciones disfuncionales.
  • Priorizar las necesidades de los demás. La idealización del otro puede hacernos olvidar nuestras propias necesidades y mantener conductas inapropiadas.
  • Felicidad dependiente del vínculo. Creer que solo podemos ser felices con una relación específica puede generar ansiedad y dependencia.

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